Columnista Carmen Alicia Sarmiento
La espiritualidad y la política nunca pudieron estar más sincronizadas como en esta coyuntural situación de pandemia. Hemos dicho que esta es la dimensión de la confusión y resulta muy fácil ver con buenos ojos lo que solo malignidad encierra, ya que el engaño está a la orden del día, la misma razón por lo que vemos con malos ojos lo que sólo bondad y luz encarna.
El pueblo chino encarna valores y tradiciones de espiritualidad quizá únicas en el mundo, sus gobernantes sin embargo son otra cosa. Han mantenido durante muchos años a sus ciudadanos en condiciones de indignidad y oprobio. Mucho me ha molestado la mano de obra esclava con la que se hicieron competitivos en el planeta entero, quebrando la producción local en países como Colombia, arrasando con calzado, confecciones y tecnología.
«Un genocidio se está perpetrando en el mundo, especialmente contra la población vulnerable»
Nos quedamos mirando al coco de los Estados Unidos como el enemigo del mundo y seguramente que lo ha sido, pero hoy estoy por tomar partido a favor de Trump, en la medida en que hago conciencia de las nefastas intenciones de quienes crearon el “bicho” del coronavirus, lo dejaron propagar por el mundo antes de avisar lo que teníamos enfrente y ahora nos quieren salvar con una vacuna que no evitará la enfermedad pero que sí nos inoculará el famoso chip que controlará a 7 mil millones de almas en el mundo. El tema ha sido bien documentado por el periodista español Rafael Palacios, cuyos videos en YouTube son eliminados a pesar de que evita mencionar a la OMS, aliado de la conspiración a la que se han subido las naciones que han implementado el discurso de la nueva Normalidad.
Un genocidio se está perpetrando en el mundo, especialmente contra la población vulnerable, desnutrida, débil, enferma, es decir, pobre, en países donde los sistemas de salud colapsaron desde cuando sus hospitales fueron privatizados y la salud se convirtió, no en un derecho, sino en un sistema de aseguramiento en el que se recibe lo que se paga, y eso. Las sociedades secretas, los poderes económicos no eligieron a Trump como presidente de los Estados Unidos. El loco, como muchos le llaman con su discurso veintejuliero, no le responde a nadie, pero administra la nación más poderosa del mundo que hoy se opone a la escalada china. Aquí podría uno decir “que entre el diablo y escoja”, pero no, creo que es la luz la que nos debe guiar para tomar las decisiones adecuadas en materia política, espiritual y ética.
Las voces de médicos, de comunidad científica, de políticos y académicos se levantan en el mundo para oponerse a la situación creada por el miedo que los medios de comunicación nos encargamos de propagar. Resistencia es la palabra que hoy se repite como un eco en todo el mundo, para las personas que no tragan entero y que siempre vieron en esta situación algo sospechoso.
«Quienes han vivido acumulando riqueza gracias a la desgracia, la enfermedad, el hambre, el dolor de sus iguales, no pueden seguir por ese camino»
La pandemia no da espera, la decisión individual de cada alma definirá el futuro de la humanidad. Quienes han vivido acumulando riqueza gracias a la desgracia, la enfermedad, el hambre, el dolor de sus iguales, no pueden seguir por ese camino. Aprovechar la coyuntura de la pandemia para aumentar esa riqueza es algo que el universo no va a ignorar. Todos nuestros pensamientos y conductas se van a encadenar, a entrelazar, con la energía de construcción o la de destrucción, la decisión es nuestra. La calidad de vida de 7 mil millones de almas y las que están por llegar a esta dimensión, depende de la decisión que cada uno de nosotros tome hoy, ahora mismo.
Muy oportuna se me hace la letra de la canción de Daniel Santos, «En el Juego de la vida”:
En el juego de la vida juega el grande juega el chico juega el blanco y juega el negro juega el pobre y juega el rico En el Juego de la vida nada te vale la suerte porque al fin de la partida gana el albur de la muerte Juega con tus cartas limpias en el juego de la vida al morir nada te llevas vive y deja que otros vivan
Lo de “4 puertas hay abiertas al que no tiene dinero” ya no tiene mucho sentido; si acaso las iglesias, y eso, aquellas que no exigen el diezmo. Bien sabido es que la salud está privatizada igual que el derecho a morir y que las cárceles están tan llenas que, si bien puedes entrar con facilidad, no hay sitio para dormir, comer o defecar; es poco probable sobrevivir.
«este es el momento de decidir si consigna o no a la cuenta de la riqueza espiritual»
Al partir nada te llevas dice la canción, y eso es cierto. Lo único que nos llevamos al partir es cuánto de riqueza espiritual acumulamos para el viaje en el camino de ascensión, pero si no han consignado algo a esa cuenta, es muy probable que la precipitación, el infierno, sea su único destino. Así que este es el momento de decidir si consigna o no a la cuenta de la riqueza espiritual, si matricula sus actos con la energía de construcción o continúa aportando a la destrucción de sus iguales que, al final de cuentas, es la destrucción propia. Este es el momento.