Observatorio de Realidades Sociales Arquicali

¿Cómo garantizar el distanciamiento social cuando no hay espacio?

Columnista
John Freddy Bustos

 

 

Día a día estamos poniendo a las máquinas primero, unas máquinas en función de la economía que lo dejan, a usted y a mí, sin el espacio necesario para poder cumplir con el aislamiento social.

La semana que acaba de terminar fue tormentosa respecto a las reflexiones que dieron lugar a este escrito, que no tiene otra intensión más allá de compartir un aspecto que hemos descuidado en las acciones frente al COVID-19: ¿cómo haremos el distanciamiento social?

El distanciamiento social obligatorio no es tan sólo una balanza entre la economía y la salud, sino una incapacidad de los tomadores de decisiones de conocer la realidad que habitan las personas que dicen gobernar. Es muy fácil, sin desconocer el proceso de los jurídicos, decirles a las personas que deben distanciarse de otras. Pero, los que conocen el Distrito de Aguablanca, el centro o la zona de ladera, les pregunto: ¿tenemos andenes suficientes para poder caminar y guardar la distancia social?

«ninguna zona de la ciudad está preparada para guardar el distanciamiento social»

Si bien, el que emite el decreto que nos saca del aislamiento es el presidente Duque, son nuestros mandatarios locales los que generan las condiciones del espacio para que se pueda cumplir. Podría decir que ninguna zona de la ciudad está preparada para guardar el distanciamiento social. Por tanto, los incrementos en los contagios no se deben sólo a la falta de disciplina, cultura, educación o autoridad, sino a una incapacidad física para poder hacerlo.

Como se verá en la siguiente imagen producida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los peatones, entendidos como todas las personas que utilizan sus pies o mecanismos de asistencia tipo de silla de ruedas, muletas y demás para moverse la ciudad, requieren de mínimo cuatro metros para poder garantizar el distanciamiento social. En Cali tenemos andenes de hasta 30 centímetros. Los ciclistas requieren de una distancia de 2.5 metros para poder movilizarse con tranquilidad. En Cali nuestras ciclorrutas tienen carriles de hasta 90 centímetros. Finalmente, las vías requieren carriles de 2.6 metros. En Cali tenemos desde 2.8 metros hasta 3.5 metros. Es decir que necesitamos redistribuir el espacio vial para que en algunas zonas los peatones tengan más espacio, pues tanto el ciclista como el automovilista, en algún momento, se van a tener que bajar de su vehículo para poder entrar a una tienda, y esos 90 centímetros no le van a dar el espacio suficiente para guardar la distancia social.

Y es que el Covid-19 no sólo se enfrenta con médicos e infraestructura hospitalaria. Eso es cuando todo se salga de control. Las medidas de prevención y adaptación a la pandemia deben contener una transformación en los espacios, pues como usted ha visto en sus días de pico y cédula, la gente se apeñusca en reducidos andenes para dar paso a los automotores que tienen bajo riesgo de contagio, con el agravante que hemos dicho “la salud primero”. Pero, en lo que respecta al día a día, estamos poniendo a las máquinas primero, unas máquinas en función de la economía que lo dejan, a usted y a mí, sin el espacio necesario para poder cumplir con el aislamiento social.

Imagen elaborada por Bicilab

Por último, el sábado 2 de mayo, la alcaldía anunció que algunos barrios son los nuevos focos de contagio, entre ellos están: Santa Elena; El Jardín, Aguablanca, Potrero Grande, Alfonso López, El Diamante, Terrón Colorado, Mojica, Manuela Beltrán, El Vergel, Lleras Camargo, El Morichal, Ciudad Córdoba, Ciudadela del Río, Ciudadela Floralia, República de Israel, El Guabal y Brisas de los Álamos, Valle del Lili, Caney, Nueva Floresta, Capri, El Jardín y San Carlos.

Como veremos en la siguiente imagen, algunos de estos barrios no tienen el espacio suficiente para el número de población que poseen, para garantizar efectivamente el distanciamiento social; otros como el barrio Valle del Lili, El Caney y Ciudad Capri están reduciendo el número de casos ¿Por qué? Puede corroborar usted que tienen la posibilidad, no sólo económica, sino también espacial, para hacer efectivo el distanciamiento.

¿Qué hacemos? Un llamado a los concejales y a las autoridades locales que no han visto la importancia de nuestra ciudad en la poscuarentena y resaltar que las medidas de adaptación también requieren que nuestra ciudad mejore, pues el gobierno no podrá asumir todo el costo del aislamiento por mucho tiempo y, una vez reventado, nos quedaremos sin las ayudas y sin el recurso necesario para poder salir a hacer lo que sabemos muy bien los colombianos: solucionar, porque nadie nos ayuda.

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