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¿Qué pasó con el esclarecimiento de la verdad?

Investigación

La Comisión por la Vida surgió en agosto de 2020, tras la masacre de los cinco menores en Llano verde, como un espacio de articulación entre diferentes organizaciones y colectivos de tipo social y académico, que realizan sus trabajos misionales en el Distrito de Santiago de Cali y que comparten la preocupación por los escenarios de riesgo en los que la vida de las ciudadanías resulta vulnerada de forma reiterada’. Así, hemos logrado la construcción de una agenda conjunta en la que intentamos aportar en el gran reto de proteger y salvaguardar la vida como un compromiso de todos y todas.

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Este año, con la declaración de Paro Nacional el 28 de abril de 2021, que recoge a múltiples sectores sociales y comunitarios, desde la Comisión por lo Vida hemos manifestado nuestra preocupación frente a las pérdidas humanas acaecidas en diferentes circunstancias, pero en las que se logra evidenciar la existencia de un vínculo con las dinámicas y territorios en los que han tenido y tienen lugar las acciones y manifestaciones de protesta que dinamizan la larga jornada de huelga. En este sentido, hemos podido brindar apoyo humanitario desde las diferentes rutas de atención llevadas a cabo por cada una de las organizaciones vinculadas en este espacio; a la par, hemos realizado un ejercicio de monitoreo y sistematización sobre el impacto de la violencia frente al goce pleno de los Derechos Humanos de líderes, lideresas, manifestantes, personal médico y demás ciudadanías que han resultado involucradas en situaciones potencialmente victimizantes.

La presente entrega cuenta con la participación de organizaciones recogidas en la Mesa social y Humanitaria de Santiago de Cali2, la cual se estructuró desde el día 7 de mayo como un espacio de diálogo y acompañamiento a los diferentes escenarios de defensa de las ciudadanías y de búsqueda de consensos y soluciones frente a la crisis. Desde este espacio se ha podido brindar acompañamiento jurídico a manifestantes y sus familias, acompañamiento y promoción a los escenarios de diálogo, activación de rutas de atención y algunos ejercicios de monitoreo que hoy nutren el trabajo aquí expuesto.

¿QUÉ PASO CON EL ESCLARECIMIENTO Y LA VERDAD?

En nuestro primer informe preliminar, publicado en el mes de mayo3, intentamos visibilizar las agresiones cometidas sobre las ciudadanías a partir de tres tipos de hechos victimizantes: los homicidios, las personas dadas por desaparecidas y las detenciones arbitrarias. En este segundo informe preliminar, continuamos con el esfuerzo de sistematizar, verificar y constatar los datos acopiados a través del cotejo con diferentes fuentes de información, tanto oficiales como extraoficiales, con la intención de aproximamos hacía afirmaciones que reflejen lo sucedido. No obstante, es pertinente precisar que, como otros ejercicios de similar naturaleza, este trabajo tiene una finalidad divulgativa y reflexiva, mas no constituye verdades judiciales. Por tanto, las afirmaciones y datos aquí señalados son susceptibles de ajuste o corrección a la luz de nuevas evidencias que así lo hagan posible.

Esta entrega aborda la temporalidad comprendida entre el 28 de abril y el 18 de junio, donde planteamos un trabajo de análisis a partir de tres énfasis. En primer lugar, presentamos la información sobre el impacto de la violencia homicida en nuestra ciudad, donde identificamos la participación de agentes del Estado en varios de los casos, así como también una afectación considerable sobre la población joven. Un segundo énfasis aporta a la reconstrucción de algunos de los días identificados como críticos por aspectos como la cantidad y el impacto de las confrontaciones y ataques sobre la población civil que se registraron en la ciudad. Finalmente, se plantea la discusión sobre la carga diferencial de las violencias experimentadas durante la coyuntura que asume la población afrodescendiente.

Antes de cerrar esta breve presentación, queremos extender nuestros agradecimientos a todas aquellas personas y organizaciones que han aportado desde diferentes espacios a proteger la vida, mitigar los contextos de confrontación y fomentar la construcción de diálogo. Al personal médico, las y los Defensores de Derechos Humanos, los colectivos de abogados, los y las docentes, las y los periodistas y comunicadores, a los hombres y mujeres de fe que dieron fortaleza espiritual y reiteraron el clamor de la no violencia, reiteramos nuestro aprecio y gratitud por las labores realizadas. También, nos solidarizamos con todas aquellas personas, núcleos familiares y comunidades que se han visto afectadas en diferentes proporciones, desde la pérdida de un ser querido hasta el fin de un proyecto social o económico, como consecuencia de las violencias que hemos vivido.

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